Tras la comida, pasamos a visitar la Santa Iglesia Catedral, donde nos recibió la hermandad de la Buena Muerte, mostrándonos la sala capitular y su casa hermandad. En la catedral, pudimos observar la reliquia del Santo Rostro de la Santa mujer Verónica. Después, nos dirigimos a la parroquia Cristo Rey, donde nos recibió la hermandad del Amor y Esperanza. Mostrandonos sus enseres y casa de hermandad. Para finalizar, nos dirigimos a la parroquia del Salvador, donde nos recibió la hermandad de la Amargura y celebramos la eucaristía.
En resumen, una jornada cofrade de convivencia en hermandad en la que disfrutamos conociendo la capital cuna del olivo y tan desconocida como lo es Jaen. Ciudad que vive su pasión, como solo Andalucía sabe, con elegancia, fe y cariño. Cuna de devociones tan arraigadas como el abuelo, el Santo Rostro y la Virgen de la Capilla. Aquí dejamos algunas de las fotos de la peregrinación.